
Canción de cuna costera - de DON LINARES CARDOZO
“…crecerá junto al río mi cielo / será buen pescador ”
(Texto extraído de un aríiculo publicado en "paralelo32" de Crespo, por Nora de Sosa)
Así termina la canción de Linares, como queriendo marcar el futuro de aquel niño de apenas tres meses que su madre amamantaba junto al río en Puerto Sánchez, en Paraná, hace 58 años. Una historia que emociona y enternece cada vez que aflora. Linares Cardozo caminaba por el entorno ribereño con el afán de pintar un cuadro inspirado en esa figura, y con el primer boceto de la “madre criolla” nació la canción de cuna entrerriana por excelencia. El gurisito que Dominga amamantaba en aquel lugar, el segundo de sus hijos, Martín Domingo “EL Bilki”, quien actualmente reside en el Barrio Guadalupe de Crespo.Martín Domingo Almada, nació el 9 de julio de 1954, es el segundo hijo de Dominga y Domingo Almada.
Recuerda que “en esos tiempos Puerto Sánchez eran dos o tres ranchitos, el Thompson no existía, había un destacamento y después era todo árboles, lagunas. Tomábamos el agua del río y nunca estuvimos enfermos”. El río era su ambiente natural, al punto que no tiene registro de cuándo empezó a nadar. “Según cuenta mi mamá todos los chicos de la zona nadábamos de muy chicos, porque criarse en el ambiente favorece esas cosas, pero también aprendimos de muy chicos que al río hay que respetarlo, afirma.
Papá tenía sus embarcaciones y trabajaba en la isla pescando, cortando madera, tenía unos animales. Vivió del río. Ese era nuestro lugar. Ahora hay un terraplén, una calle, pero antes eran ranchitos de paja y madera pegadas al río y cuando crecía un poquito había que irse a la barranca. Abandonamos varias veces.
-¿Cómo siguió la vida del gurisito costero?
- Estuve embarcado. Navegué 20 y pico de años, nunca me desvinculé del río. Estudié y me recibí en la escuela de cabotaje de patrón fluvial de río en Paraná. Estuve esperando que me llamaran, eso no se dio y en el 76 fui a Bs. As., nunca había salido de mi casa. Justo salía un viaje a Europa, un barco liberiano, y me embarqué. Fuimos a Francia, Holanda y ahí me fracturé la mano y me mandaron en avión. Volví a Buenos Aires y volví a embarcar en otro barco de cabotaje. Navegué hasta el 96 de corrido. Venía, pero la mayor parte del tiempo estaba mi señora sola con los chicos. Los últimos años estuve más cerca, en la zona por Rosario, iba y venía, pero los primeros tiempos fueron difíciles.
-¿Cree que haber crecido en el río le dio la oportunidad de salir al mundo?
- Sí, la verdad que sí. Mi hermano mayor también es navegante, es jubilado, pero sigue navegando. Mi hermana vive en la costa pegado a mi mamá
-¿El río siempre les dio para vivir?
- Sí. Mis padres sacaron provecho del río y la isla. Hasta juntaban cuchara del agua y la vendían para fabricar botones. En casa éramos tres hermanos, pero en algún momento HABIA 4 o 5 gurises, que eran hermanos prácticamente, gente que los abandonaba y mi padre los traía. Era un hombre igual con los animales y los gurises, al que encontraba, lo llevaba a casa. Criaron tres varones y dos mujeres de nuestra edad, pero no sé la cantidad de chicos más que criaron aparte. A medida que pasó el tiempo, inclusive, nosotros ya grandes, mis padres tenían una mejor posición para criar a los que llegaron después, que terminaron siendo una compañía para ellos.
-¿Vuelve al río para pescar?
- No, voy a la casa de mamá a comer pescado porque a ella de la orilla del río no la van a sacar nunca, pero al río no he vuelto más. No he tenido oportunidad tampoco. Antes teníamos nuestra propia embarcación para movernos, pero falleció papá y ya no hay más nada de eso.
Pasaron los años y la vida fue cambiando, de pescador pasó a embarcado, aunque de tanto en tanto volvía al río con los trasmallos practicando la sacrificada labor de andar toda la noche y ganar poco. Hoy se conmueve por la gran depredación que se produce. “Cuando mi papá era pescador se usaban mallas de 10 y 11 dedos y había que sacar pescado de 7 u 8 kg. para arriba, ahora hay mallas de 3 y 4 dedos y queda el pescadito de medio kilo. Sacan todo – se lamenta-. En esos años había sábalos de 8, 9, 10 kg como si fueran los sabalitos de ahora de 2 kg y medio. Se veía mucho pescado grande y el más chico seguía criándose. El surubí de antes era normal que tuviera 40 o 50 kilos, ahora como muy grandes tiene 7 kilos”
LETRA
Noche calma sobre el rio
sueño trabajo querer
ya va el pescador curtido
recorriendo su espinel.
Alla en el rancho la madre
mece con tierna emoción
una cunita de sauce
entonando esta cancion.
Gurisito costero, duermase
gurisito costero, duermase.
Si se duerme mi amor
le dare chalañita de ceibo
collar de caracol, collar de caracol.
El niño ya se ha dormido
la luna salio a mirar
hamacandose en las aguas
por entre el camalotal
La brisa juega y el canto
parece que viene y va
el eco dulce se pierde
por el río Paraná.
Gurisito costero, duermase
gurisito costero, duermase.
Duerma, duerma mi amor
crecera junto al rio, mi cielo
sera buen pescador
sera buen pescador
IMPERDIBLE Video, donde se puede conocer la historia de una de las canciones más representativas de nuestro paraje costero, compuesta por el padre de la CHAMARRITA ENTRERRIANA, LINARES CARDOZO.-






